La exploración espacial de Marte comenzó en el contexto de la carrera espacial entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética a la que dio lugar la Guerra Fría entre estos dos países. Pero el interés en Marte y en la posibilidad de que allí hubiera vida, se remonta ya a 1877 cuando el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli afirmó haber visto canales por todo el planeta. Posteriores astrónomos habían intentado comprobar la postulación del astrónomo estadounidense Percival Lowell que sugería que los presuntos canales descubiertos por Shiaparelli eran un sistema de irrigación creado por seres inteligentes.
Aunque no había pruebas reales de estas especulaciones, los humanos creamos toda una serie de teorías o mitos sobre Marte, que trascendieron en la literatura y en la creación de leyendas sobre supuestos marcianos que hacían visitas a distintas partes de la Tierra.
Por lo tanto se puede afirmar que la exploración de Marte es un fruto de la necesidad del hombre de conocer la verdad a partir de todos estos productos de la imaginación que fueron generando un inmenso interés en el planeta rojo y en la posibilidad de hacer contacto con otras inteligencias.