Ferdinandea

Ferdinandea es una isla volcánica sumergida que forma parte de volcán submarino recientemente descubierto Empédocles a 30 km al sur de Sicilia. Actualmente, es un monte submarino cuya cima está solo a unos 8 metros por debajo de la superficie del Mediterráneo, las erupciones lo elevaron por encima del nivel del mar varias veces antes que la erosión lo sumergiera de nuevo.

La cima del Ferdinandea se situa a 37° 6' de latitud Norte y 12° 42' de longitud Este, a mitad de camino entre la ciudad siciliana de Sciacca y la isla italiana de Pantelaria.

Las referencias más antiguas sobre erupciones submarinas en la zona de Ferdinandea se remontan a la primera guerra púnica (entre 264 y 241 adC). Parece que el volcán salió a la superficie de nuevo otras dos veces entre el siglo XVII y el siglo XIX.

La última aparición del volcán se remonta a julio de 1831, cuando las erupciones hicieron que el volcán se elevase hasta 65 metros sobre el nivel del mar, creando una isla de 4 km. Gran Bretaña fue la primera nación que revindicó la soberanía y la denomina “ Isla Graham “, después de haber colocado su bandera en la isla el 2 de agosto. El rey de Nápoles y Sicilia, Fernando II de Borbón, envía varios navíos con el fin de contestar a esa reivindicación y la denomina “Isla Ferdinandea”. El 29 de septiembre, un destacamento venido de Francia planta la bandera francesa sobre la isla y la denomina “Isla Julia”. España declara asimismo sus ambiciones territoriales, sin ni siquiera desembarcar. En diciembre de 1831, los navíos británicos no encuentran ningún vestigio de la isla una vez se relajaron las tensiones sísmicas, el volcán volvió a descender bajo la superficie, eliminando a su vea las tensiones diplomáticas que había generado.

Mientras existió recibió la visita de numerosos científicos de diferentes países. También recibió la visita de Walter Scott; e inspira a varios escritores entre ellos a James Fenimore Cooper « The Crater», Alejandro Dumas «Le Spéronare» o Julio Verne «Las grandiosas aventuras del maestro Antifer» y «El Canciller».

Después de una última erupción en 1863, no se habló del volcán durante más de un siglo. En 1925, su cima descendió hasta los 25 m bajo el nivel del mar. En los años ochenta, un avión americano bombardea el volcán al tomarlo por un submarino libio.

En 2002, un aumento de la actividad sísmica en la zona de Ferdinandea conduce a los vulcanólogos a especular sobre una eventual erupción y una reaparición de la isla. De hecho, la cima del volcán en 1999 está a 8 metros bajo el nivel del mar, pero en el 2002 está a 5 metros. Varios artículos de la prensa británica e italiana vuelven a poner de actualidad las diferencias diplomáticas y los buceadores italianos colocan una bandera y una placa, encontrada mas tarde rota, sobre la cima del volcán, a fin de engalanar su eventual emersión. Actualmente no se registra ninguna actividad volcánica y la cima sigue a 6 m bajo el nivel del mar.