Diego García es un atolón de 44 km² situado en el Océano Índico. Es parte del Archipiélago Chagos y un territorio británico de ultramar, parte del Territorio Británico en el Océano Índico.
En 1966, el gobierno británico expulsó forzosamente a toda la población nativa (unos 1.800 h) para alquilar Diego García a Estados Unidos hasta 2016 para que instalasen una base en el Índico. A pesar que el Tribunal Supremo británico sentenció que la expulsión fue ilegal y que la población tiene derecho a regresar, los distintos gobiernos británicos se han negado a cumplir la sentencia.
En los ataques estadounidenses contra Afganistán e Irak, la ubicación estratégica de la base en esta isla, desde la que se controla Oriente Medio y la mitad de Asia y África, fue vital como plataforma para los bombarderos de largo alcance B-52 y B-2.
Diego García sirvió para acorralar a la Unión Soviética y a China durante la Guerra Fría. Hoy en día sigue siendo indispensable para los intereses de la superpotencia en Oriente Medio y en países africanos como Somalia, así como para vigilar las actividades de los nuevos jugadores globales, China e India, y puntos estratégicos como el estrecho de Ormuz, por donde pasan 17 millones de barriles de crudo al día.