La “criminología” debe ser comprendida como un espacio polivalente de saberes referidos a la “cuestión criminal”. Siempre que se quiera seguir empleando este término, debe ser usado en plural. Referirse a la “cuestión criminal” como el objeto de las “criminologías” y no a la “criminalidad”, implica separarse de aquellos que piensan lo “criminal” solo como lo que es definido por tal por el derecho penal en un momento y lugar dados, y al mismo tiempo de aquellos que piensan lo “criminal” solo como lo que viola normas de diferentes naturaleza que no son contingentes.
La nueva “ciencia”, desde su aparición, no tuvo limites determinados; porque existieron muchos estudiosos de varias ciencias sociales y naturales que hablaban del objeto “crimen” pero desde variados puntos y versiones, de tal forma que llevaba a pensar que no hacían referencia al mismo punto de estudio. Aunque, en sus inicios, estuvo mas relacionada a la medicina y no tanto a lo jurídico. Todo esto dentro de un marco positivista.
Cabe acotar que, a pesar de ser una ciencia reciente y haber sido cuestionada en cuanto a su autonomía y su interdependencia disciplinaria, la criminología moderna ha alcanzado su identidad científica - social a través de: