El vitiligo o albarazo es una enfermedad degenerativa de la piel; en la que los melanocitos (las células responsables de la pigmentación de la piel) mueren, dejando así de producir melanina (sustancia causante de la pigmentación de la piel) en la zona donde ha ocurrido la muerte celular. La mayoría de los casos comienzan antes de los 20 años.
Se manifiesta por las manchas blancas que resultan de la ausencia del pigmento en la piel; suelen ser lesiones circulares con bordes definidos y con una extensión variable; aunque suelen observarse más frecuentemente en las extremidades (manos y pies), zonas de extensión y flexión (rodillas y codos), y en algunos casos en la cara o los genitales.
Las causas de aparición de esta enfermedad aún no han sido dilucidadas por completo y los mecanismos por los cuales se desata esta alteración aún se encuentran en proceso de estudio, aunque parece que hay principalmente dos causas posibles. Una de ellas es que podría ser una enfermedad autoinmune, es decir, el propio organismo mata las células de melanina produciendo así la enfermedad. La otra podría ser de carácter hereditario, ya que se ha observado que los hijos de padres con vitiligo también sufren la enfermedad a veces.
El Vitiligo por sí solo no es contagioso, ni por el tacto o el contacto de ninguna naturaleza; los procesos que se dan para su comienzo son inherentes a cada persona, de allí que no haya peligro de contagio alguno.