Esta transición o cambio se realiza no solamente desde el punto de vista biológico (aumento de peso, talla y secreciones hormonales) sino que se extiende a esferas psíquicas, sociales, intelectuales y sexuales.
A diferencia de la pubertad, que comienza a una edad determinada (a los 9 años en las niñas y 11 en los niños aproximadamente) debido a cambios hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo pues ésta relacionada no solamente con la maduración de la psiquis del individuo sino que depende de factores psico-sociales más amplios complejos, originados principalmente en el seno familiar.
La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas. Etimológicamente la palabra no significa "adolecer" o "carecer" de algo, no. Deriva del verbo latino adolescere que significa crecer. El adolescente es completo, no le falta ni le sobra nada y tiene las potencialidades suficientes para ser el adulto de su especie.
El tiempo se identifica con cambios importantes en el cuerpo, junto con progresos en la psicología y la carrera académica de una persona. En el inicio de la adolescencia, los niños terminan la escuela primaria y se incorporan generalmente la educación secundaria o enseñanza media.