Myxomycota

Myxomycota, Mixomicetes, Mycetozoa u hongos mucilaginosos es un grupo peculiar de protistas que toman tres formas distintas durante el transcurso de su vida. Inicialmente tienen forma de ameba unicelular que se mueve mediante seudópodos o flagelos y que es dependiente de la cantidad de líquido en el medio. Bajo ciertas condiciones, tales como cambios en el medio, se agrupan en agregados globulares reptadores. Por último, desarrollan cuerpos fructíferos que forman esporas, superficialmente similares a los esporangios de los hongos. Los myxomycota se pueden encontrar en los pisos húmedos y oscuros del bosque y tienden a crecer en la madera descompuesta después de la precipitación. Son limpiadores que engullen bacterias, hongos, levaduras y materia orgánica que se descompone, expulsando luego el material no comestible. La forma más conspicua es la de agregados globulares que se mueven típicamente a una velocidad de un milímetro por hora, aunque algunos pueden alcanzar hasta dos centímetros por minuto, pudiéndose apreciar el rastro de su movimiento. Aunque su distribución es cosmopolita, su localización es dispersa y notada raramente.

El grupo más notable es el de los myxomycota plasmodiales (o acelulares) del orden Myxogastria, en donde la etapa de agregamiento toma la forma de una ameba gigante con millares de núcleos, denominada plasmodio. El plasmodio no está subdividido por membranas celulares, sino que forma una masa única de protoplasma rodeada por una sola membrana externa (como una sola célula grande). La mayoría son más pequeños que algunos centímetros, pero los más grandes pueden alcanzar un área de hasta dos metros cuadrados, convirtiéndose en las células más grandes conocidas. Muchos tienen colores brillantes tales como amarillo, marrón o blanco. Bajo condiciones de sequedad, se recogen en una masa de la que surgen los esporangios. Una vez producidas las esporas, estas originan gametos biflagelados o ameboides que se funden en parejas para producir nuevos plasmodios.

Los myxomycota celulares o Dictyostelia toman la forma de amebas individuales, pero bajo condiciones desfavorables forman una masa multicelular denominada seudoplasmodio. Esta emigra a una nueva localización, después forma un cuerpo fructífero, generalmente con un tallo formado por amebas muertas. Las esporas entonces originan amebas nuevas. Ciclos biólogicos similares se encuentran en otros grupos no relacionados, como por ejemplo, los Percolozoa, un grupo de protistas no relacionado, y entre las bacterias del grupo Myxobacteria.

Myxomycota incluye también varias amebas uninucleadas del grupo Protostelia que forman tallos y se convierten en esporas individualmente. Se cree que son el origen común de los otros dos grupos, Myxogastria y Dictyostelia, que anteriormente en base a secuencias de ARNr se consideraban no relacionados. Sin embargo, la comparación de ciertos genes de proteínas apoya un parentesco cercano de los tres grupos y los sitúa en Amoebozoa.

Dictyostelia se utiliza como ejemplo de comunicación y diferenciación celulares, y ayuda a comprender cómo es el desarrollo de los organismos multicelulares. Los plasmodios son útiles para estudiar el flujo citoplásmico. Se ha observado que pueden encontrar un camino a través de los laberintos celulares separándose y eligiendo el camino más corto, un ejemplo interesante de tratamiento de información sin un sistema nervioso.

Los myxomycota fueron antiguamente considerandos hongos por los micólogos y amebas por los zoólogos, clasificandos como Myxomycota (hongos mucilaginosos) o Mycetozoa (animales fungosos), respectivamente. Ambos nombres todavía se utilizan entre los diversos grupos de especialistas. Varios otros protistas que forman agregados celulares tales como Percolozoa, Labyrinthulomycetes y Phytomyxea se incluían en el pasado, pero ahora el taxón Myxomycota se reserva para los verdadores hongos mucilaginosos y sus parientes.

Recientemente, investigadores de las universidades de Southampton y Kobe usaron un ejemplar de Physarum (myxomycota sensible a la luz) para el control central de un robot de seis patas dentro de una aplicación tecnológica. El myxomycota dirigió al robot a la esquina oscura más similar a su hábitat natural.