El Anschluss (palabra alemana que significa "anexión", o "unión política") también conocida como el Anschluss Österreichs fue la inclusión en 1938 de Austria dentro de la Alemania nazi.
Los eventos del 12 de marzo de 1938, fueron los primeros grandes pasos en la expansión de Alemania largamente deseada por Adolf Hitler. Esta acción siguió a la devolución a Alemania de la región de la Sarre, bajo control de la Liga de Naciones durante 15 años como se acordó en el Tratado de Versalles y precedió la inclusión de los Sudetes más tarde en 1938, la invasión de Checoslovaquia en 1939, y finalmente condujo a la Segunda Guerra Mundial con la Invasión de Polonia por tropas de Alemania, Unión Soviética y Eslovaquia.
El Anschluss fue precedido por un período de creciente presión política sobre Austria, ejercida por Alemania, exigiendo el reconocimiento de partido Nacional Socialista, proscrito en Austria, y más adelante su participación en el gobierno. Cuando el Canciller de Austria Kurt Schuschnigg, en un último intento de mantener la independencia de Austria, anunció un referendo para determinar la independencia o la unión con Alemania, Alemania presionó a Schuschnigg para que cediera el poder al partido Nazi. Este Golpe de Estado fue bien planificado por el Partido Nacional Socialista de Austria, de manera que no hubo resistencia cuando las tropas Wehrmacht invadieron Austria para forzar el Anschluss. El 10 de abril, un referendo avaló la anexión con un 99,73% de aprobación de la población.
La respuesta internacional al Anschluss fue tibia: Los aliados de la Primera Guerra Mundial solamente presentaron protestas diplomáticas, sin tomar acciones concretas que revirtieran el Anschluss, aun cuando los aliados eran, en el papel, los responsables del cumplimiento del Tratado de Versalles, que prohibía específicamente la unión entre Austria y Alemania. Austria dejó de ser nación independiente hasta que el 27 de abril de 1945 se instauró un gobierno preliminar austriaco, que fue reconocido por los Aliados a los pocos meses.