Súcubo

El súcubo (succŭbus del Latín succubare, "reposar debajo"), según las leyendas medievales occidentales, es un demonio que toma la forma de una mujer guapa para seducir a los hombres, sobre todo a los monjes, en sus sueños, para tener relaciones sexuales con ellos. De esta manera, absorben la energía del hombre para mantenerse, y a menudo, llegan hasta tal punto, que pueden dejarlo agotado o incluso matarlo.

Los súcubos más conocidos son Lilith, Abrahel, Baltazo, Bietka, Filotano, Florina Vasordie y Mancerinio. Uno de los más relevantes en la demonología es Lilito. Este se trasformaba en una mujer de opulentas formas a la que gustaba seducir a los artistas para que la utilizasen como modelo en sus creaciones, especialmente si se trataba de motivos religiosos.

Según el Malleus Maleficarum, o el "Martillo de Brujas", los sucubos coleccionan el semen de los hombres con los que durmieron. Este lo usarían para embarazar a las mujeres. Así, se suponía que los niños que serían engendrados, serían más susceptibles a la influencia de los demonios.

Según algunas creencias, los sucubos se podrían transformar en incubus con el semen recientemente recogido impregnando a sus víctimas. Éste hecho respondía a la creencia de que los demonios no podían reproducirse naturalmente, sin embargo los incubus podrían fertilizar a las mujeres. El tener hijos con retraso mental o alguna deformidad era señal de que uno o ambos padres eran demonios.

En el siglo XVI, una talla de un sucubu fuera de una posada, indicaba que también funcionaba como burdel.