Pagano es una expresión despectiva que los cristianos aplican a todas las personas que tienen creencias religiosas diferentes del judaísmo, del cristianismo y del islamismo. Integra el género más amplio de «infiel», que también abarca a los creyentes del judaísmo, del islamismo y ateos1]. El término procede de la época imperial romana, en la que el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio y fue utilizado para denominar y perseguir a las antiguas religiones europeas.
Los «infieles» (paganos, judíos y musulmanes) se diferenciaban de los herejes, debido al hecho de que, a los primeros desconocían la religión cristiana o no les había sido presentada adecuadamente. Los herejes, en cambio son cristianos que rechazan ciertos contenidos de su propia religión. En este cuadro conceptual, los católicos consideran como herejes a los creyentes en las diversas religiones protestantes2].
Los paganos se diferencian a su vez de los judíos y musulmanes, en el hecho de que estos últimos comparten la Biblia con el cristianismo, mientras que los llamados paganos creen en religiones que no consideran a la Biblia como libro sagrado3].