El siete es el número natural que sigue al seis y precede al ocho.
El siete es un número muy recurrente en la cultura. Son siete los días de la semana, siete los colores del arco iris y siete los pecados capitales.
El origen de esta popularidad está en la observación del cielo por los antiguos astrónomos. La inmensa mayoría de las estrellas no cambiaban de posición las unas respecto a las otras durante el año. Sin embargo, observaron siete cuerpos celestes que sí lo hacían. El Sol y la Luna, los dos primeros, evidentemente formaban parte de ellos. Los otros cinco eran los planetas que pueden verse a simple vista, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, y que los pueblos antiguos consideraban estrellas móviles.
Estos siete cuerpos celestes dieron a los días de la semana sus nombres: Lunes (Luna), Martes (Marte), Miércoles (Mercurio), Jueves (Júpiter) y Viernes (Venus). En español Sábado procede de la fiesta hebrea "Sabbat" y Domingo de la palabra latina "Domus", el señor (Dios). No obstante, en inglés, por ejemplo, se mantienen los nombres originales de estos dos días: Saturday (Saturno) y Sunday (Sol).
El 7 es el resultado de la suma entre 3 (lo celeste) y 4 (lo terrenal). Se considera un número perfecto que simboliza la relación de lo divino y lo humano, cuyo resultado es la creación, llevada a cabo en 7 días. Para casi todas las culturas fue siempre un número mágico.
En el alfabeto hebreo es la séptima letra, llamada zain. Representa los valores espirituales, que son la finalidad del mundo: Dios creó el mundo en 6 días y el séptimo descansó.
Es signo cabalístico de la luz y representación del ojo humano capaz de captarla; es el sefira neshá que representa el Triunfo o Carro del Sol triunfante representado por el 7º Arcano del Tarot.
Siete sacramentos: bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, unción de enfermos, orden sacerdotal, matrimonio.
Son siete los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
Son siete las virtudes teologales: Contra soberbia, humildad; contra avaricia largueza; contra lujuria, castidad; contra ira paciencia; contra gula templanza; contra envidia caridad y contra pereza diligencia;
En el Libro del Apocalipsis se abren siete sellos antes de que se desate la ira de Dios, que somete al mundo a siete juicios -cuatro para la naturaleza y tres para el resto de las cosas- y es escoltado por siete ángeles que hacen sonar siete trompetas para enviar siete castigos sobre los injustos.
William Shakespeare dividió en siete las edades del hombre: infancia, niñez, el amante, el soldado, el adulto, la edad avanzada y la senilidad.
En España, la ciudad de Olmedo en la provincia de Valladolid es la villa de los 7 sietes:
En el mundo hispanohablante se dice que los gatos tienen siete vidas. Sin embargo, las vidas de los gatos son nueve en los países anglosajones, entre otros.
Con el tiempo, la frase el tiempo de las vacas gordas adquirió el valor de aludir a cualquier período de prosperidad material, pero con la advertencia implícita de que a ese período habrá de sucederle otro de necesidades y apremios.