Las abejas africanizadas (impropiamente llamadas abejas africanas o asesinas) son híbridos procedentes del cruzamiento de la subespecie Apis mellifera scutellata con las abejas criollas (naturalizadas) del continente sudamericano, que pertenecen a varias subespecies de A. mellifera: Apis mellifera mellifera, Apis mellifera iberica y posiblemente otras más. Deben su nombre a que originalmente provinieron del continente africano.
La particularidad de este híbrido es su acentuado comportamiento defensivo, altamente heredable, describiéndose como muy agresivas ante molestias. Atacan en cantidad, muy velozmente y siguen a su víctima hasta a 900 metros de su colmena o enjambre. Por su comportamiento defensivo se han registrado en América numerosas muertes de personas, incrementándose anualmente el número de víctimas.