Alfred Nobel

Alfred Bernhard Nobel /'alfrəd 'bɛɳhɑ:ɖ noˈbɛ:l/ (Estocolmo, 21 de octubre de 1833 – Sanremo, 10 de diciembre de 1896) fue un inventor sueco, famoso principalmente por los premios que llevan su nombre.

Nació en una familia de ingenieros; a los 9 años de edad su familia se trasladó a Rusia. En ese país él y sus hermanos recibieron una esmerada educación en ciencias naturales y humanidades.

De sus más de 350 patentes, su invento más famoso es la dinamita, que resolvía el problema de la inestabilidad de la nitroglicerina, y que, a partir de ese momento, evitó las muertes que se producían por la manipulación de la nitroglicerina, al hacer ésta más estable por añadidura de granulado de ladrillo. No hay que olvidar que posiblemente, el gran incentivo para este invento fue la muerte de su hermano en el laboratorio donde artesanalmente fabricaban la nitroglicerina, cabe decir que la dinamita pudo haberse creado por accidente al mezclarse con una arcilla en un carro de transporte.

En su testamento firmado el 27 de noviembre de 1895 en el Club Sueco-Noruego de París, Nobel establece con su fortuna un fondo desde donde se premiarían a los mejores exponentes en la Literatura, Medicina, Física, Química y la Paz.

Se calcula que su fortuna en el momento de su muerte era de 33.000.000 de coronas, de las que dejó a su familia apenas 100.000 coronas. El resto fue a un fondo para el Premio Nobel.