Orfeo (en griego Ορφέας) es un personaje de la mitología griega, hijo de Apolo y la musa Calíope. Hereda de ellos el don de la música y la poesía. Según los relatos, cuando tocaba su lira, los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar su alma. Por ello enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero, cuando bajó al Hades a intentar resucitarla. Francisco de Quevedo le dedica un poema: "Un Orfeo Burlesco".