Historia de los Países Bajos

La historia de los Países Bajos está fuertemente relacionada con la de la parte neerlandesa de Bélgica. De hecho hasta el siglo XVI formaban parte de la misma entidad política. Nótese que cuando se haga referencia a Bélgica, se refiere a la denominación "amplia" de los Países Bajos.

Si se escogiese como punto de partida para la historia neerlandesa los signos de actividad humana más antiguos, esta historia entonces tendría su comienzo hace al menos 250.000 años. Sin embargo, no fue hasta la llegada de los romanos, quienes se anexionaron la parte sur del actual país, que las fuentes escritas en sus habitantes se hacen comunes. En la época de la ocupación romana, el país estaba habitado por varias tribus germánicas, y el sur estaba habitado por celtas, quienes se mezclaron con los recién llegados durante el Völkerwanderung (la peregrinación de los pueblos) que siguió a la caída del imperio romano.

En el periodo medieval, los Países Bajos (incluyendo Bélgica) consistían en varios condados, ducados y diócesis pertenecientes al Sacro Imperio Romano. Fueron unificados (incluyendo Bélgica) en un sólo estado regido por los Habsburgo en el siglo XVI. La contrarreforma que siguió al éxito del calvinismo en los Países Bajos, y los intentos para centralizar el gobierno, condujeron a una revuelta contra Felipe II de España. El 26 de julio de 1581, la independencia fue declarada, y finalmente reconocida después de la Guerra de los Ochenta Años (1568-1648). Los años de la guerra también marcaron el comienzo de la edad dorada holandesa, un periodo de gran prosperidad comercial y cultural, que aproximadamente abarcó el siglo XVII.

Después de la ocupación francesa al comienzo del siglo XIX, los Países Bajos pasaron a ser una monarquía, regida por la casa de Orange Sin embargo, después de un periodo conservador, los fuertes sentimientos liberales no podían ser ignorados, y el país pasó a ser una democracia parlamentaria con una monarquía constitucional en 1848. Ha permanecido así hasta nuestros días, con una breve interrupción durante la ocupación Nazi.

Los Países Bajos son hoy en día una nación moderna industrializada y un gran exportador de productos agrícolas. El comercio internacional, en este caso literalmente comercio ultramarino, siempre ha sido un aspecto central de la economía holandesa (con sus correspondientes influencias culturales) y fue una causa importante de los anhelos independentistas y la siguiente prosperidad.