En monarquías, el Rey es el jefe de estado de un país, asumido de una forma tradicional, esta mayoritariamente es hereditaria. Puede recibir distintos títulos, como rey / reina, emperador / emperatriz, gran duque / gran duquesa, caudillo o cacique. En castellano, además, hay términos específicos para los monarcas de algunos estados, derivados de los idiomas locales, como zar (de Rusia), faraón (de Egipto), kan (para varios estados de lo que hoy es China y Mongolia), etc. Los monarcas de los estados gobernados por la ley islámica eran llamados sultanes. Los términos príncipe y princesa se destinan en algunos estados a los hijos, descendientes o herederos del monarca, pero en otros el propio monarca ostenta el título de príncipe. En algunos países europeos, asiáticos y africanos un "rey" es el jefe de estado de una nación-estado pero en otros paises africanos el rey puede que lo sea de una tribu y esta por tanto no se corresponde con un estado. El sistema de gobierno encabezado por un monarca se llama monarquía.
Antiguamente, y aún en algunas naciones monárquicas actuales, suelen atribuírse al monarca poderes divinos, por lo cual es considerado el elegido o enviado de Dios para gobernar. En la Europa occidental, los reyes han habitado siempre grandes y lujosas construcciones, principalmente palacios y castillos, donde gozaron de privilegios materiales.