Lava

La lava es magma que ha alcanzado la superficie perdiendo una parte importante de los gases que contenía. A diferencia del magma solidificado lentamente (caso de las rocas plutónicas como el granito), cuyos cristales suelen distinguirse a simple vista (textura fanerítica), los cristales de la lava solidificada (roca volcánica) no se distinguen a simple vista (textura afanítica o vítrea, caso de la obsidiana). Su temperatura oscila entre los 700° C (1.300° F) en la lava fresca y puede llegar hasta los 1.200° C (2.200° F).

Al solidificarse, la lava forma rocas ígneas. El término "lava fluida" se refiere a la formación solidificada, mientras que la que aún tiene roca fundida se denomina "lava fluida activa". La palabra 'lava' proviene del italiano y deriva del latín labes que significa caída, declive, o penetrar. El término fue usado por vez primera para referirse a la expulsión de magma por Francesco Serao en una pequeña nota sobre la erupción del Vesuvio que ocurrió entre el 14 de mayo y el 4 de junio de 1737.