Telón de Acero

El Telón de Acero o la Cortina de Hierro fue un término acuñado por el ex Primer Ministro británico Winston Churchill para referirse a la frontera, no solo física sino también ideológica, que dividió a Europa en dos después de la Segunda Guerra Mundial. Churchill popularizó el término en una conferencia en Estados Unidos en 1946, donde dijo:

Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente (Europa) un telón de acero.

La frontera de la que hablaba Churchill dividía a los estados capitalistas alineados política, económica y militarmente con Estados Unidos y los estados socialistas que hacían lo propio con la Unión Soviética. El término fue de hecho ideado por el ministro de Propaganda de la Alemania nazi Joseph Goebbels, que declaró el 25 de febrero de 1945 en un artículo titulado El Año 2000, en el periódico semanal Das Reich:

Si los alemanes bajan sus armas, los Soviéticos, de acuerdo al arreglo al que han llegado Roosevelt, Churchill y Stalin, ocuparan todo el este y el sudeste de Europa, así como gran parte del Reich. Una Cortina de Acero (ein eiserner Vorhang) caerá sobre este enorme territorio controlado por la Unión Soviética, detrás de la cual las naciones serán degolladas. La prensa judía en Londres y New York seguirá aplaudiendo probablemente.

La división también se hizo patente en dos sistemas militares contrapuestos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (1949) y el Pacto de Varsovia (1955), así como en las alianzas económicas, el Plan Marshall por un lado y el Consejo de Ayuda Mutua Económica por otro. Esta división en dos bloques enfrentados en sus concepciones políticas, militares y económicas, dio lugar a la situación conocida como Guerra Fría.

Únicamente Yugoslavia, dirigida por el Mariscal Tito, adoptó en la disputa una postura totalmente neutral aun siendo socialista y encontrándose al este del Telón. Al oeste del Telón, Finlandia y Austria mantenían también una política de relativa neutralidad respecto a los bloques, buscando mantener relaciones cordiales con la Unión Soviética. En los medios de comunicación de algunos países occidentales, se acuñó el término de finlandización para describir, en sentido negativo, una política exterior que según dichos medios se acomodaba para servir a los intereses soviéticos.