El éter etílico, dietiléter, o éter sulfúrico (nombre vulgar) es un éter líquido, incoloro, muy inflamable, con un bajo punto de ebullición, de sabor acre y ardiente.
Más ligero que el agua ( densidad = 0,736) pero su vapor es más denso que el aire (densidad = 2,56). Hierve con el calor de la mano (34,5°C), y se solidifica a -116 °C.
Es un buen disolvente de las grasas, azufre, fósforo, etc. Tiene aplicaciones industriales como disolvente y en las fábricas de explosivos.
Se atribuye su descubrimiento al alquimista Ramon Llull en el año 1275, aunque no hay evidencia contemporánea que lo afirme. Fue sintetizado por primera vez en 1540 por Valerius Cordus que lo llamó aceite dulce de vitreolo (oleum dulci vitrioli). El nombre se debe a que fue descubierto de la destilación de etanol y ácido sulfúrico (conocido antiguamente como aceite de vitreolo, porque se producía a partir de ese mineral), y descubrió algunas de sus propiedades medicinales. Aproximadamente al mismo tiempo, Theophrastus Bombastus von Hohenheim (mejor conocido como Paracelsus) descubrió sus propiedades analgésicas. El nombre éter fue dado a la substancia en 1730 por A. S. Frobenius.
El doctor norteamericano M. D. Crawford Williamson Long fue el primer cirujano que lo empleó como anestésico general el 30 de marzo de 1842. El éter no se usa mientras haya otro anestésico disponible, por su inflamabilidad y porque es irritante para algunos pacientes.
El éter puede usarse para anestesiar garrapatas antes de eliminarlas de un cuerpo animal o humano. La anestesia relaja a la garrapata y evita que mantenga su boca debajo de la piel.
Los efectos anestésicos del éter le han hecho una droga recreacional, aunque no popular. El éter etílico no es tan tóxico como otros solventes utilizados como drogas recreacionales (véase el abuso volátil de la sustancia).
El éter fue vendido a finales de 1800 como 'medicinal' para las mujeres. No era considerado apropiado que las mujeres beban alcohol, especialmente durante el movimiento del temperance, así que en su lugar se tomaron las medicinas extremadamente potentes cuando los hombres las hacían beber. Un producto fue llamado Drops de Hoffmann, que era 3 porciones de etanol a 1 porción de éter.