Galia es el nombre latino dado a una región de Europa occidental actualmente ocupada por Francia, Bélgica, el oeste de Suiza y las zonas de Holanda y Alemania al oeste del Rin. La palabra galo se refiere habitualmente a los habitantes celtas de esa región en los tiempos antiguos y fue empleada principalmente por los romanos que muy raras veces llamaban celtas a este conjunto de tribus diversas. El gentilicio se conservó a través de los tiempos solamente en la extensión de tierras que hoy componen el país de Francia y aún hoy sigue llamándose galos a los franceses, y de hecho Gallia es el nombre griego moderno de Francia.
Pero los galos se extendieron por toda Europa en tiempos romanos, hablando unas lenguas celtas que habían divergido en dos grupos. Además de los galos de la actual Francia, otros se habían establecidos en las llanuras del norte de Italia, en la provincia que los romanos conocían como Galia Cisalpina ("Galos a este lado de los Alpes") y Venetia et Istria. Otros galos habían emigrado cruzando los Pirineos hasta España, dando lugar a los celtíberos, por ser los celtas de la peninsula iberica