Los integrantes de la familia Dasypodidae reciben diversos nombres, siendo el más común el de armadillo; también son llamados (a veces dependiendo de la espeice) quirquincho (del quechua khirkinchu), cusuco, pichi, mulita, tatú, gurre, cachicamo y pirca.
La especie más extendida es el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus), la única que alcanza Estados Unidos desde el sur. Esta especie y Cabassous centralis son las únicas que tienen un rango de distribución que se extiende fuera de América del Sur, donde habitan todas las especies de la familia y, según el registro fósil conocido, el sitio de origen.
Los dasipódidos son mamíferos muy fáciles de reconocer, distinguibles por tener una armadura ósea que le sirve como protección. Externamente se parecen un poco a los pangolines, mamíferos de Africa y Asia cubiertos de enormes escamas o placas, y que tienen hábitos similares. Eso llevo a que en una época se los clasificara en un mismo orden, pero actualmente es claro que no están emparentados, perteneciendo los armadillos al orden (o superorden) Xenarthra y los pangolines al orden Pholidota.
Su caparazón es usado para la elaboración de charangos, los cuales tienen un gran valor comercial. En Centroamérica, precisamente en El Salvador, el armadillo conocido como Cusuco y a pesar de que se le relaciona con la lepra (puesto que la piel de su panza parece contenerla) es consumido por algunos de sus habitantes, especialmente en la ciudad de San Alejos, Departamento de San Miguel] La carne sirve para consumo humano y dado su sabor es conocido como el “siete carnes”, pues se asemeja a la de pollo, conejo, ó cerdo. Los campesinos suelen deshuesar el animal y preparar la carne dentro de la caparazón para consumirla asada, frita o en guiso. Luego de freír el caparazón, se mastica de manera semejante al chicharrón o cuero del cerdo.
El caparazón y la cola son utilizadas para prácticas medicinales; se dejan tostar y se muelen hasta quedar en polvo, el cual es hervido en agua para ser bebido por mujeres “primerizas”, o que pasan por su primer embarazo, y curar las molestias que éste causa. Además, cura la inflamación y el dolor de oído, y mezclado con la grasa misma del armadillo; cura las várices. Según muchos campesinos, el asma se cura bebiendo sangre de armadillo recién degollado; para disimular el mal sabor se pasa con un trago de aguardiente.
El armadillo sería portador ó vector de ciertos microorganismos que producen en el hombre enfermedades como el Mycobacterium leprae, bacteria causante de la lepra. Así mismo, se le considera reservorio de protozoos flagelados de la especie Tripanosoma cruzi, que causa en los humanos y especialmente en niños, una dolencia muy grave llamada enfermedad de Chagas. Dada la anterior importancia sanitaria, en Venezuela se legisla desde 1982 para vedar la caza de esta especie, además del Priodontes giganteus o maximus, que es el armadillo gigante y del Dasypur sabanicola o cachicamo sabanero, el más común en Venezuela.
Se conoce que en Europa, EE.UU. y Venezuela, se adelantan estudios con base en el armadillo a fin de encontrar medicamentos para tratar además de estas enfermedades, otras como la Leshmaniasis y la fiebre amarilla]