Homo floresiensis («Hombre de Flores») es el nombre propuesto para una posible especie recientemente descrita del género Homo, extraordinaria por el pequeño tamaño de su cuerpo y su cerebro, y por su reciente supervivencia, pues se cree que fue contemporánea con los humanos modernos (Homo sapiens) en la remota isla indonesia de Flores. Se descubrió un esqueleto subfósil, datado hace 18.000 años, muy completo excepto por los huesos del brazo, que todavía no se habían encontrado, en yacimientos en la cueva de Ling Bua en 2003. Posteriormente, en el mismo lugar se recuperaron partes de otros seis individuos, todos diminutos, así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original y herramientas de piedras igualmente pequeñas de estratos comprendidos de entre 90.000 a 13.000 años de antigüedad.
La isla de Flores ha sido descrita (en la revista Nature) como «una especie de mundo perdido», donde animales arcaicos, largamente extintos en el resto del mundo, habían evolucionado a formas gigantes y enanas por especiación alopátrica. La isla tenía elefantes enanos (una especie de Stegodon) y lagartos gigantes similares al dragón de Komodo, así como el Homo floresiensis, que puede ser considerado una especie de humano enano.
Los descubridores han apodado a los miembros de la diminuta especie «hobbits», como la raza ficticia de Tolkien que en sus libros eran aproximadamente de la misma estatura. Igualmente hace recordar a seres de la mitología de la isla, que presenta abundantes referencias a Ebu Gogo, un hombre peludo pequeño.
Este descubrimiento ha sido objeto de una gran controversia en el mundo científico, ya que no todos los investigadores están a favor del descubrimiento de una nueva especie, y se han publicado investigaciones a favor y en contra del Homo floresiensis.