Osiris era el dios de la resurrección, símbolo de regeneración y fertilidad, del Nilo; es el dios de la vegetación y la agricultura; también preside el tribunal del juicio de los difuntos en la mitología egipcia.
Es el jefe de la tríada Osiriaca, formada por Isis, Horus y Osiris. Responsable de juzgar a los muertos, está rodeado de 42 dioses-jueces que dictaminan lo que le sucederá al difunto.
Osiris fue un héroe cultural, rey mítico, fundador de la nación egipcia, que enseñó a los hombres la civilización, las leyes, la agricultura y cómo adorar a los dioses. Muere como hombre pero resucita como inmortal gracias a Thot.
Mediante una trampa artera, su hermano Seth lo asesinó, cortando su cuerpo en múltiples pedazos que esparció por todo Egipto. Su esposa y hermana Isis recuperó amorosamente todos los miembros menos el viril, que se había comido el pez oxirrinco. Con su poderosa magia, Isis logró insuflar nueva vida al cadáver momificado de Osiris, el cual la dejó embarazada. Engendraron así a su único hijo, Horus, quien vengó su muerte desterrando a Seth al desierto y recuperando el trono de Egipto, mientras que Osiris permanece como rey de los muertos, en los fértiles campos de Aaru.
A Osiris se le representa casi siempre momificado, con el rostro de color verde o negro, una corona Atef, el cayado (heqa) y el látigo (mayal o nebeh) o cetro (uas). Ocasionalmente, se le atribuye forma de pez. En los textos funerarios, como el Libro de los Muertos, el faraón difunto se identifica con Osiris, rey de los muertos, del mismo modo que en vida lo había hecho con su hijo Horus.
Dios muy popular, originario de Busiris, fue venerado principalmente en Abidos, Bubastis y Mendes.