Un cardenal es un obispo de alto rango eclesiástico de la Iglesia Católica Romana, el más alto título honorífico que puede conceder el Papa. Es nombrado por éste como miembro del Colegio cardenalicio y "creado" durante un consistorio.
La principal misión del Colegio de cardenales es elegir el Sumo Pontífice en caso de fallecimiento o renuncia del anterior. En circunstancias habituales el deber fundamental del Colegio es aconsejar al Papa. Muchos de los Cardenales gobierna diócesis o archidiócesis importantes, presiden los organismos de la Curia romana y de la administración de la Santa Sede.
Dado que en sus orígenes los cardenales eran clérigos al servicio de la diócesis de Roma, es costumbre que a cada cardenal designado por el Papa se le asigne un obispado sufragáneo (llamado "suburbicario", etimológicamente "inferior en la ciudad"), el título presbiterial o la diaconía de un templo de la archidiócesis de Roma.
El término "cardenal" deriva del latín cardo o bisagra, lo cual sugiere el papel de fulcro (punto de apoyo, gozne) que juegan: ellos son las “bisagras” alrededor de las cuales gira todo el edificio de la iglesia, en torno a su pastor, el Papa, y con éste, en torno a Jesucristo.