Abad

Un abad (del latín abbas, éste del < griego αββα, y éste del arameo abbā, "padre", enlazando su significado original con la paternidad de Cristo), es el título dado al superior de una abadía o monasterio de doce o más monjes.

El término tiene su origen en los monasterios de Siria y fue utilizado por primera vez en Europa por San Benito. Inicialmente, no implicaba autoridad alguna sobre la comunidad religiosa, sino que se empleaba como un título de honor y respeto hacia cualquier monje de edad avanzada o santidad eminente. Al hacerse común el uso de este título en Occidente, se generalizó su uso para designar al superior de la comunidad, responsable de la administración temporal y espiritual del monasterio, que pasó a llamarse abadía. Con la aplicación generalizada de la Regla de San Benito hacia finales del Siglo V, se configura como institución jurídica eclesiástica generalmente de carácter vitalicio. Sus insignias o distintivos, al igual que un obispo, son la cruz pectoral, el báculo, el anillo y la mitra.

También recibe el título de abad, pero con carácter únicamente honorífico, el presbítero elegido para presidir un cabildo catedralicio.

Iconográficamente, se representa un abad con los hábitos de su orden y con la cruz abacial en la mano.