Demencia (del latín de-"alejado" + mens (genitive mentis)-"mente") es la perdida progresiva de las funciones cognitivas, debido a daños o desórdenes cerebrales más allá de los atribuibles al envejecimiento normal. Puede afectar particularmente las áreas de la memoria, la atención, y la resolución de problemas, aunque en los estudios anteriores puede notarse pérdida de orientación espacio-temporal o de identidad. La demencia puede ser reversible o irreversible según el origen etiológico del desorden.
Las personas afectadas pueden mostrar también rasgos psicóticos, depresivos y delirios. Los primeros síntomas consisten en cambios de personalidad o de conducta, y a menudo la demencia se hace evidente durante cuadros de delirio. Los pacientes que experimentan cuadros de confusión al ser hospitalizados, tienen mayores probabilidades de padecer demencia.
La demencia puede afectar el lenguaje, la comprensión, habilidades motoras, memoria de corto plazo, la capacidad de identificar elementos de uso cotidiano, el tiempo de reacción, rasgos de la personalidad y funciones ejecutivas.
Aunque la alteración de la memoria pueda, en una minoría de casos, no ser un síntoma inicialmente dominante, es la alteración típica de la actividad cognitiva en las demencias y su presencia es condición esencial para considerar su diagnóstico.