El orden dórico es el más primitivo y simple de los órdenes arquitectónicos clásicos, presentando unas proporciones que trasmiten sensación de robustez. Se empleó en la Grecia continental desde el siglo VII adC y en el sur de Italia. El Partenón, templo dedicado a Atenea Parthenos en la Acrópolis de Atenas, es sin duda el máximo exponente de este estilo arquitectónico.
En el orden dórico griego hay una entalladura, de sección triangular, bajo el equino, ya en el fuste. Es el collarino. En el orden dórico romano el collarino es un tambor cilíndrico interpuesto entre el equino y el fuste, a modo de prolongación de éste y separado de él por una moldura horizontal.