Cisjordania, llamada así modernamente en las lenguas latinas por hallarse en el lado de aquí (la margen occidental, o West Bank) del río Jordán, es un territorio interior de entre 20 y 40 kilómetros de ancho, delimitado al este por el Jordán y el Mar Muerto, y al oeste por la llamada Línea Verde.
Tras la disolución del Imperio Otomano en 1922, la región pasó a formar parte del Mandato Británico de Palestina. Durante la guerra árabe-israelí de 1948, Jordania se lo anexionó y el Armisticio de 1949 definió sus límites provisionales mediante la Línea Verde. Desde 1948 hasta 1967 permaneció bajo Administración jordana. El territorio fue conquistado por Israel a Jordania en 1967, durante la Guerra de los Seis Días, y Jordania no dejó oficialmente de reclamarlo hasta 1988. Hoy día se encuentra parcialmente bajo administración militar israelí y parcialmente bajo la Autoridad Nacional Palestina.
En Israel se la sigue conociendo por el nombre tradicional de Judea y Samaria. Salvo Jerusalén Este, Cisjordania no ha sido formalmente anexionada por Israel y, según el derecho internacional, no pertenece de iure a ningún Estado, a la espera de resolverse su estatus definitivo, junto con la Franja de Gaza, en futuras rondas de negociaciones entre israelíes y palestinos. Por ello, al no existir soberanía previa, Israel lo considera un «territorio disputado», no un régimen de «ocupación», que suele ser la denominación más habitual entre los organismos internacionales.