Nino o Nĭnus fue un personaje de leyenda1], el rey fundador del primer imperio de Asiria según fuentes del período helenístico y ulteriores2], al que se atribuye el epónimo de la ciudad de Nínive, Ninua, que se convirtió, durante el reinado de Senaquerib, en una de las ciudades más grandes del mundo antíguo.
Según la tradición, Nino, hijo de la divinidad Baal, logró conquistar la totalidad de Asiria con el apoyo del rey de Arabia Ariaeo.
Durante el asedio a la ciudad de Bactriana, conoció a la esposa de su oficial Menón 3], Semíramis, de quien se enamoró y esposó tras forzar el suicidio de su marido.
A la muerte de Nino, tras 52 años de reinado hacia el 2189 adC4] Semíramis se encargó del gobierno del imperio, que logró extender hasta Etiopía y la India 5], erigiendo un monumento funerario a la memoria de Nino, cerca de Babilonia, que más tarde seria escenario de inspiración de la obra Píramo y Tisbe.
El romance entre Nino y Semíramis ha inspirado diferentes obras artísticas desde el siglo II con los fragmentos del romance de Nino del autor griego Longo. Mosaicos encontrados en Antioquía de Orontes representan escanas relacionadas con Nino y Semiramis6]. Por su parte, Lope de Vega le dedicó el soneto CLXXXVII de sus Rimas7]titulado Al rey Nino, Semíramis famosa.