Un bolígrafo o birome o esferógrafo es un instrumento de escritura. Se trata del más popular y utilizado del mundo, y se caracteriza por su punta de carga, que contiene una bola generalmente de acero o tungsteno que, en contacto con el papel, va dosificando la tinta a medida que se la hace rodar, del mismo modo que un desodorante de bola. Puede ser de punto fino o mediano. Básicamente es un tubo de plástico o metal que contiene la tinta, teniendo en un extremo la punta de escritura, que engarza una pequeña esfera o bola, de la que toma el nombre, y que sirve para regular la salida de tinta al papel de forma fluída y constante. Este tubo o "carga" (de tinta) se encuentra en el interior de un armazón que permite asirlo con comodidad. Dicho armazón puede ser de dos partes (base y tapón) o de una sola, con diversos mecanismos que sacan o retraen la punta de la carga para protegerla de golpes y evitar que manche cuando se lleva en el bolsillo. La masiva producción ha hecho que su coste sea muy bajo y lo ha convertido en el instrumento universal de escritura manual.
En Argentina, Paraguay y Uruguay se lo denomina como birome, que es el nombre comercial con que se vendieron los primeros bolígrafos del mundo, fabricados en Argentina en los años 40 (de modo similar, en muchos países europeos, Australia y Nueva Zelanda, los bolígrafos son conocidos como biros). En distintos países como México, Chile y Venezuela , el término bolígrafo es coloquialmente intercambiable, pues se lo conoce informalmente también como pluma, lápiz pasta y lapicero, respectivamente. En Costa Rica, Guatemala, Honduras y Perú también se lo conoce como lapicero. En Colombia y Ecuador es un esfero, aunque en la costa caribeña colombiana recibe el nombre de plumero. En Bolivia es una puntabola (calco del inglés ballpoint pen). En España es simplemente un boli.