En la mayoría de los países de habla castellana, cada persona suele tener dos apellidos derivados de la familia de su padre y madre (apellidos paternos y maternos, respectivamente), exceptuando principalmente a Argentina, donde se suele tener sólo el apellido paterno y el apellido materno no se usa.
Por tanto, la identificación o nombre de una persona en la tradición hispánica está compuesto de: nombre de pila (o simplemente nombre, pudiendo ser más de uno) - apellido paterno y/o apellido materno.
En el portugués se usa el mismo sistema, pero los apellidos se invierten (influencia que estuvo arraigada en Canarias varios siglos), mientras que en el resto del mundo sólo se hereda el apellido paterno.
El uso de los apellidos es muy distinto entre las culturas del mundo. En particular los habitantes de Islandia, Tíbet y Java a menudo no utilizan apellido.
En Rusia, el nombre completo de una persona consta del nombre de pila, patronímico y apellido. La mayor parte de los apellidos rusos tienen como origen patronímicos, es decir, el apellido del padre formado usualmente añadiendo el sufijo -ov(a) o -ev(a), donde la "a" se utiliza para el género femenino. Los patronímicos actuales, sin embargo, tienen el prefijo -ich para el género masculino y el sufijo adjetivo -na para el femenino. Por ejemplo, si un ruso llamado Iván Petróvich Popov tuviera un hijo llamado Iván y una hija llamada Irina, sus nombres completos serían Iván Ivánovich Popov e Irina Ivánovna Popova.