La talidomida era un fármaco que fue comercializado entre los años 1956 y 1963 como sedante y como calmante de las náuseas durante los tres primeros meses de embarazo.
Como sedante tuvo un gran éxito popular ya que no causaba casi ningún efecto secundario y en caso de ingestión masiva no era letal. Este medicamento provocó miles de nacimientos de bebés afectados de dismelia (del griego dys, "falta", y melos, "miembro"); es decir, nacían con los brazos o las piernas pegadas al cuerpo.
La talidomida afectaba a los fetos de dos maneras: bien que la madre tomara el medicamento directamente como sedante o calmante de náuseas o bien que el padre lo tomara, ya que la talidomida afecta al esperma y transmite los efectos nocivos ya en el momento de la concepción. Cuando se comprobaron los efectos teratogénicos (que provoca malformaciones congénitas), del medicamento, éste fue retirado con más o menos prisa en los países donde había sido comercilizado bajo diferentes nombres. España fue de los últimos países al retirarlo el año 1963.
Talidomida: n-(2,6-dioxo-3-piperidil)-ftalimida La fórmula química de la talidomida es la siguiente: C13H10N2O4 (Peso molecular: 258.23). Su estructura química se muestra en la figura de la derecha.