Guerra de la Independencia de los Estados Unidos

La Guerra de la Independencia de los Estados Unidos fue un conflicto que enfrentó a las trece colonias británicas en América del Norte con el Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre 1775 y 1783, finalizando con la firma del Tratado de París.

Durante la guerra, Francia ayudó a los revolucionarios americanos con tropas bajo el mando del Marqués de La Fayette, mientras que España, lo hizo de forma discreta desde el principio gracias a Bernardo de Gálvez y de forma abierta a partir de la batalla de Saratoga, mediante armas, suministros y abriendo un frente en el flanco sur.

Las colonias norteamericanas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el primer sistema político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los Estados Unidos de América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias que propugnaban la igualdad y la libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de oleadas de colonos inmigrados, y no existían en ella los rasgos característicos del rígido sistema de clases europeo.

En las colonias del sur (Virginia, las Carolinas y Georgia) se había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros) que explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la población estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos.