El Greco


Doménikos Theotokópoulos (gr. Δομήνικος Θεοτοκόπουλος), conocido universalmente como El Greco ("El Griego"), fue un pintor, escultor y arquitecto del Renacimiento español, de origen griego y que trabajó principalmente en España. Nació en Candía (Creta) en 1541 y murió en Toledo el 7 de abril de 1614. Sus obras, junto con las de Goya, Picasso, Dalí y Velázquez constituyen el epítome de la pintura española de todos los tiempos.

Normalmente firmaba sus pinturas con letras griegas con su nombre completo, Doménicos Theotokópoulos subrayando así su ascendencia griega.

El Greco nació en Creta, que por entonces formaba parte de la República de Venecia; a los 26 años viajó a la misma Venecia para estudiar, lo que por entonces era una práctica común para los jóvenes griegos que deseaban una educación más amplia. En 1570 se trasladó a Roma, donde abrió un taller y ejecutó varias obras. Durante su estancia en Italia, El Greco enriqueció si estilo con elementos del manierismo y del renacimiento veneciano. En 1577 marchó a Toledo, España, donde vivió y trabajó hasta su muerte. En Toledo, El Greco recibió varios encargos importantes y produjo sus pinturas más conocidas.

El estilo dramático y expresionista del Greco dejó perplejos a sus contemporáneos pero encontró el aprecio del siglo XX. El Greco es considerado precursor tanto del expresionismo como del cubismo, mientras que su personalidad y sus obras inspiraron a poetas y escritores como Rainer Maria Rilke y Nikos Kazantzakis. El Greco ha sido caracterizado por los estudiosos modernos como un artista tan individual que no pertenece a ninguna de las escuelas convencionales.1] Es conocido sobre todo por sus figuras tortuosamente elongadas y de una pigmentación a menudo fantástica o fantasmagórica, casando las tradiciones bizantinas con las de la civilización occidental.2]