El ragtime es un estilo musical desarrollado a finales del siglo XIX que se halla en las raíces del jazz y que constituyó la primera música negra que consiguió amplia popularidad y distribución comercial. Es música de autor destinada a ser ejecutada de acuerdo con instrucciones muy precisas. Aunque es característica su interpretación con piano, piano rolls o pianola, el estilo se pudo adaptar tanto a bandas como a solistas con otros instrumentos como el banjo. El ragtime se caracteriza, habitualmente, por presentar dos niveles de actividad rítmica y una melodía rápida en tono de soprano que contrasta con una línea de bajo de progresión regular y acentudada.
La influencia del ragtime se percibe en toda la música estadounidense e, incluso, en varios compositores de música clásica de principios del siglo XX, como Charles Ives, Claude Debussy, Igor Stravinsky, etc., que compusieron obras basadas en el estilo.
Los años que van de 1895 a 1915 son los de su popularización y sus compositores clásicos son Scott Joplin (1868-1917), James Scott (1886-1938) y Joseph Lamb (1887-1960). Otros músicos, como Jelly Roll Morton y James P. Johson, sirvieron de transición entre el estilo y el jazz.
El estilo entró en decadencia a finales de la Primera Guerra Mundial, cuando las bandas de rag de Nueva Orleáns se convirtieron en orquestas de jazz, y el ragtime de Harlem empezó a derivar en el swing.
Distintos músicos de jazz fueron influenciados por el ragtime: entre ellos, Fats Waller, Willie "The Lion" Smith, Count Basie, Duke Ellington, Art Tatum e, incluso, a Thelonius Monk.