Eduardo II de Inglaterra

Eduardo II de Inglaterra, Rey de Inglaterra y Señor de Irlanda, se dice que nació en el castillo de Caernarfon (aunque no está totalmente probado), en Gales, el 25 de abril de 1284, siendo el único hijo varón superviviente de Eduardo I de Inglaterra y de Leonor de Castilla.

El 7 de febrero de 1301, fue proclamado como el primer príncipe de Gales, al someter Eduardo I dicho territorio.

A la muerte de su padre, el 8 de julio de 1307, le sucede en el trono. Se casó en la ciudad francesa de Bolougne, el 25 de enero de 1308, con Isabel de Francia, hija del rey Felipe IV el Hermoso, y conocida con el sobrenombre de "La Loba".

Su gobierno estuvo marcado por su debilidad de carácter, las rebeliones de los nobles, el refuerzo del poder del Parlamento, las intrigas y sublevaciones originadas por su propia esposa la reina Isabel, y, de acuerdo a algunos historiadores, a sus inclinaciones homosexuales, favoreciendo sobre todo a los Despencer padre e hijo, y a Piers Gaveston, lo que causó finalmente que la nobleza, dirigida por la reina Isabel y su amante, Sir Roger Mortimer, además de ayudados por el Papa Juan XXII, organizaran desde Francia, adonde habían huido, la rebelión total e invasión de Inglaterra.

Derrotado, el Parlamento lo obliga abdicar en favor de su hijo (enero 1327), siendo entonces encarcelado en el castillo de Berkeley, donde, el 21 de septiembre de 1327, es asesinado por órdenes de la reina y Mortimer. Según la leyenda, su muerte fue espantosa: fue penetrado por el recto con una espada al rojo vivo para evitar dejar en su cuerpo cualquier huella violenta, lo que podría provocar la ira de los nobles. Fue sepultado en la abadía de los benedictinos de Gloucester, actualmente catedral de Gloucester.