Afta

El afta (del griego aphtai, quemadura) es una lesión o úlcera mucosa, como una pequeña herida o llaga, que se localiza generalmente en la mucosa oral de bordes planos y regulares y rodeada de una zona de eritema. El afta está a menudo cubierta por una pseudomemebrana. Se ha asociado con virus y hongos, pero no existe relación causal entre Candida albicans y afta.

Pueden presentarse una o más lesiones, las cuales tienden a recurrir. A menudo son dolorosas. Frecuentemente las inflamaciones agudas causadas por afta son atribuídas a las nueces, chocolates y a irritantes como los cítricos, aunque la abstinencia a estos elementos no previene las recurrencias. También se ha demostrado el papel contribuyente que desepeña la tensión nerviosa (en sus diferentes tipos) para que el afta se desarrolle.

Las úlceras aftosas pueden estar asociadas con padecimientos inflamatorios del intestino, el Enfermedad de Behçet, mononucleosis infecciosa y fiebre de duración prolongada . El diagnóstico se establece rara vez con claridad y se basa en antecedentes de recurrencia, la inspección de la úlcera y en la posibilidad de descartar enfermedades similares, pero más fácilmente identificables.

Los lavados bucales suaves y las pomadas de antibióticos-hidrocortisona disminuyen el dolor y contribuyen a la curación. Es de especial utilidad la hidrocortisona en una base adhesiva. Indirectamente pueden ser de utilidad los sedantes, analgésicos y vitaminas. Los corticoesteroides por vía general en dosis elevadas por un corto periodo pueden ser de mucha utilidad para los ataques graves y debilitantes de afta.

En veterinaria, una enfermedad típica y bien conocida es la glosopeda o fiebre aftosa, que no tiene nada que ver con los hongos. Aunque se considera que es causada por heridas comunes de la boca (causadas involuntariamente por los dientes) y al infectarse por las bacterias de la misma produce las aftas.