Statu quo

Statu quo es una frase latina, que se traduce como "estado de las cosas", que hace referencia al estado global de un asunto en un momento dado. Normalmente se trata de asuntos con dos partes interesadas más o menos contrapuestas, en el que un conjunto de factores dan lugar a un cierto equilibrio (statu quo) más o menos duradero en el tiempo, sin que dicho equilibrio tenga que ser igualitario, (por ejemplo, en una situación de dominación existe un statu quo a favor del dominador).

Relacionada con ella, la frase mantenimiento del statu quo hace referencia a la continuación de la situación de equilibrio, aunque los factores individuales pueden cambiar, pero de forma complementaria, haciendo que se mantenga el estado de equilibrio global.

El concepto proviene del término diplomático in statu quo ante bellum, que significa "como era antes de la guerra" en el sentido de recuperar la situación de poder y liderazgo que había antes de una guerra.

En el ámbito de la política y la diplomacia, el término statu quo se utiliza frecuentemente con el objetivo de mantener la ambigüedad sobre la situación a la que se refiere, de forma que se evita explicitar los factores de enfrentamiento que existen, aunque los interlocutores saben de qué se trata. En otras ocasiones simplemente se busca simplificar la conversación, como resumen de los distintos elementos que intervienen.

En otras ocasiones se habla del statu quo en el sentido de una situación profundamente estancada, cuya enorme inercia hace muy difícil cambiarla. Peter Senge (1999) dijo: "...la colaboración es vital para mantener los cambios realmente profundos, ya que sin ella, las organizaciones son abrumadas por las fuerzas del statu quo".

En forma más sarcástica, Laurence J. Peter, el autor del Principio de Peter, dijo en una ocasión: "La burocracia defiende el statu quo mucho tiempo después de que el quo haya perdido su statu".