Las lombrices son los miembros de cualquiera de las especies de la familia Lumbricidae (Annelida, Oligochaeta), de las cuales la más frecuente es Lumbricus terrestris.
Las lombrices excavan galerías en el suelo y salen de noche a explorar sus alrededores. Son animales muy beneficiosos. Mientras excavan para hacer sus túneles, ingieren partículas de suelo y digieren cualquier resto orgánico. En épocas húmedas, arrastran hojas al interior de la tierra para alimentarse. Al hacer todo esto remueven, airean y enriquecen el suelo, contribuyendo a que se mantenga fértil al hacer ascender fósforo y potasio del subsuelo y al expulsar sus propios deshechos nitrogenados. La época más propicia para las lombrices es cuando el clima es húmedo y cálido, momento en el que salen a la superficie para procrear. La lombriz es un animal hermafrodita ya que posee órganos reproductores masculinos y femeninos, pero necesita aparearse (ver Oligochaeta).
La parte dorsal de Lombricus terrestris es de un color marrón-rojizo mientras que su parte ventral es amarillenta. Llegan a medir hasta 30 cm de largo y si bien son originarias de Europa, han sido introducidas en muchas zonas del mundo; también algunas especies son utilizadas para la lombricultura e incluso para la pesca. Algunas especies tropicales alcanzan los 4 m de longitud 1].