Acueducto de Eifel

El acueducto de Eifel fue uno de los acueductos más largos del Imperio Romano, muestra de las grandes habilidades de los ingenieros de la época, cuyos logros técnicos se perdieron en la Edad Media.

Construido en el año 80, el acueducto transportaba agua unos 95 km desde la accidentada región de Eifel en lo que hoy es Alemania hasta la antigua ciudad de Colonia Claudia Ara Agrippinensium (actual Colonia). Si se incluyen los ramales auxiliares para los manantiales adicionales, su longitud era de 130 km. La construcción era casi completamente subterránea, y el flujo del agua se producía enteramente por la gravedad. Unos cuantos puentes, incluyendo uno de 1.400 m de longitud, fueron necesarios para atravesar los valles. A diferencia de otros acueductos romanos famosos, el de Eifel fue expresamente diseñado para minimizar su trazado en superficie, protegiéndolo así de daños y congelaciones.